sábado, 28 de marzo de 2009

Inexistentes


Todo comienza sin ser planeado. Lo que parecía una tarea no tan simple de filosofía, terminó haciéndome caer en cuenta de algo que, al menos para mí, es muy interesante.
El capitulo se llama: “¿Por qué una moral o una ética?”. Como se imaginarán, habla de las actitudes de las personas, sus criterios, valores y sobre los conceptos del “bien” y del “mal”. Estos últimos son los que han alcanzado una nueva categoría en mis ideas. Después de leer ciertos subtemas que trataban de llegar a una definición concreta (la que por cierto no encuentran) llegué a una conclusión. El bien y el mal (en esencia), más allá de la manera que se intenta comprender y como las personas los adoptan, NO existen.
Con esto me refiero a que es posible calificar una acción de buena o mala, sin embargo ya que una acción esta ligada a sus consecuencias, y éstas lo están a otras al igual que con demás personas, esa clasificación previamente hecha se queda corta. Es decir, el que sea buen o malo no describe al hecho completo, solo a una pequeña parte de él. Ahora para ejemplificar esto planteare una situación: una persona como cualquier otra tiene la necesidad de trabajar, para ello busca un empleo que se adecue a sus capacidades. Al pasar un poco de tiempo encuentra uno que se acopla a ella, así que acude al lugar, realiza su entrevista y al final obtiene un puesto dentro de dicha compañía. Al analizar el caso se puede decir que esto fue una acto “bueno”, ésta persona necesitaba trabajar y ahora lo hace, lo que le traerá beneficios a su vida; pero al abrir el panorama nos damos cuenta que otras 5 personas aspiraban a tal puesto, tal vez incluso lo necesitaban más que la persona que lo obtuvo. Entonces ¿podríamos decir que estas 5 personas se beneficiaron de este acto? ¿Este resultado fue “bueno” para ellos? Lo más probable es que los afectados no lo piensen así. ¿Dónde quedó la esencia de ese bien?
Reiterando la idea de que todo esta relacionado, no es posible calificar con certeza de bueno o malo a ninguna situación, objeto o persona. El hecho de que las consecuencias que se presentarán variarán notablemente de una persona a otra hace imposible hacer una evaluación certera.
Ahora bien, si un “bien” puede provocar un “mal”, ese no es el fin de la historia. Los papeles todavía están a tiempo de cambiar una vez más; el mal provocado puede resultar en un bien más adelante. Volviendo al ejemplo anterior, tomemos a una de las personas afectadas. Como es lógico, las 5 personas que no lograron obtener el empleo seguirán buscando uno. Durante ese tiempo puede que pasen por dificultades, pero tarde o temprano encontrarán otra oferta. Con el tiempo una de estas personas da con una nueva oportunidad, repite el proceso de evaluación y ahora es ella la que consigue el tan anhelado empleo; ahora es ella la que goza de los beneficios e incluso tal vez serán mayores que los que podría haber obtenido en el empleo anterior. En este caso el “mal” que recibió como consecuencia previamente, se termino convirtiendo en un “bien” mayor. Entonces la cadena de acciones se complica cada vez más. ¿Si el “mal” provocó un “bien” sigue siendo malo?

Todo en este mundo y en la vida está conectado. Todo es causa y efecto, por lo que tenemos que considerar a cualquier entidad existente como parte de un todo. Bajo ésta visión, en teoría podemos fragmentar la realidad y evaluar una parte de ella a través del bien y el mal, pero al pasar a la practica, estos conceptos se vuelven obsoletos, ya que la fragmentación anterior pierde su valor.
Con este razonamiento llegue a la conclusión de que en realidad las etiquetas de lo que es bueno o malo no aplican en la vida. Podemos usarlas para facilitar nuestro razonamiento y tomar decisiones en plazos cortos, pero en la totalidad de lo que involucran, no son más que simples conceptos para hacer sentir mejor a una persona consigo misma.

“Un bien produce otro bien, más un mal. Entonces, ¿ese bien sigue siendo un bien? La vida es una cadena sin etiquetas, imposible de calificar.”

Esto es lo que provoca un poco de tarea. JAJAJA

domingo, 22 de marzo de 2009

Doy gracias a:


Cada día que pasa, doy gracias. Mis palabras no posen un destinatario en particular, solo necesitan ser enviadas a través del viento y en más de una ocasión las mando dentro de mi propio mundo.
Agradezco a las personas que lo merecen como forma de educación y porque es lo menos que puedo hacer para dar un poco a cambio.
Por otro lado existen mil y una situaciones más que a pesar de su sencillez, para mí son las más significativas. No por nada en especial, ya que no me dan un beneficio material, ni me ayudan a resolver problemas, simplemente me hacen sentir… feliz (creo que esa es la palabra que mejor lo describe, a pesar que no es la más exacta).
El mundo en que vivimos no es perfecto, todos lo sabemos, pero tiene más de una razón para hacerme sentir que no debería estar en ningún otro lugar.

Camino por la calle y veo un muro lleno de propaganda, stickers, graffiti, y pintura perfectamente maltratado.
Paseo regreso a casa y observo un cielo con algunas estrellas, la brillante luna y la luz del alumbrado.
Tomando un café escucho a una familia con niños pequeños conversando y riendo.
Usando el transporte público logro captar imágenes contrastantes y cautivantes del paisaje urbano.
Viajando en el medio antes mencionado veo a jóvenes ceder su asiento a personas que agradecen amablemente.
En cualquier lugar las personas sonríen, se divierten, bromean, se abrazan y se besan.

Tal vez de mi parte sea ingenuo, pero aún creo que vivimos en un mundo bueno y todavía soy capaz de tener fe en las personas. Lo se, soy una especie de idealista, pero eso es lo que me ayuda a continuar cada día, a no darme por vencido y a al menos intentar enfrentar cualquier cosa que se avecine; pero sobre todo a mantener una sonrisa aún cuando es tocada ocasionalmente por algunas cuantas lagrimas.

miércoles, 11 de marzo de 2009

libertad...

La paradoja es lo que permite al hombre de espíritu libre tomar decisiones, elegir. Lo contrario es la doxa, el dogma, la verdad sin dudas. La para-doxa introduce un espacio de libertad ante la doxa. Y en ese espacio paradójico es donde somos libres.


Ruy Sánchez, Alberto. "La mano del fuego" Ed. Alfaguara: México

lunes, 9 de marzo de 2009

¿Soy culpable?


Entré en la habitación con aire solemne, cabizbajo y con pensamientos recién ordenados en mi cabeza. Me acerqué al escritorio y sin sentarme dije:


-Señor, he sido yo. No lo pude evitar. Fui débil y sucumbí ante el impulso.

-Lo sé. La juventud es ingenua; y si errar es humano, el inexperto vive del error.

-¿Perdón? ¿Error fue lo que dijo? Pero si hice lo correcto. No he realizado mal alguno.

-¡¿Cómo osas decir tal estupidez?! Tu mismo has aceptado tu culpa. Tu conciencia te obligó a confesar.

-Confesé, es verdad. Confesé una acción de la que soy responsable, porque fui yo quién la hizo, más no fue un crimen.

-¡No intentes convencerme! Todos lo dicen, todos lo cuentan, todos lo saben.

-Pero ¿Qué demonios saben? ¿Qué cuentan?

-¡Cuentan lo que hiciste!

-Y según ellos ¡¿Qué he hecho?!

-Tú sabes que fue. Tú y todos los demás

-¡Ellos no saben nada! ¡Sólo yo se que pasó! No soy inocente, más ellos me han hecho culpable. Culpable de un crimen ilusión. Un juego del que soy peón ignorante. Mi acción fue una… Su conveniencia otra.
No soy inocente, pero todo es muy distinto de cómo lo cuentan.
¡¡Crédulo!!

(Salí por la puerta con presencia, dejando atrás un silencio espectral y orgulloso)

-Lo siento… (Se escuchó bajo y lejano).

domingo, 8 de marzo de 2009

Absurdo


Quiero no saber, no entender, estar equivocado.
Quiero ver sin observar.
Quiero oír sin escuchar.
Quiero tocar sin sentir.
Impresionarme como si fuera la primera vez.

Quiero olvidar todo lo que creo saber, volver al blanco,
Y así explorar un mundo ajeno a mí.
Quiero ir de la mano con lo confuso, persiguiendo la razón.
Correr a la meta sin alejarme del comienzo o alejarme de la salida sin llegar al final.
Vivir en la duda, la bendita duda, la que nos brinda decenas de mundos distintos; futuros tan variados como similares.

Quiero hablar por hablar, decir por decir. Expresar lo que nadie entenderá. Hacer lo que nadie creería posible. Pensar en lo que se diría absurdo.
¡Quiero ser ese absurdo!
Quiero ser lo sin sentido para poder encontrar aquello que nadie vio.
Ser la persona sin horizontes, ni barreras. Encontrar que el caos está en perfecto orden. Explicar que el azar sigue un plan. Desafiar las leyes que nadie proclamó. Probar que lo imposible es posible, y más aún, común.

Un rompecabezas sin armar se encuentra en su mayor riqueza, así como la idea sin ser pensada, el texto antes de ser escrito. El dogma no sirve de nada; es el trayecto a él lo que importa, y el momento de ignorancia aceptada aún más.

Pasemos del sentido al sin sentido. Vivamos la vida al revés para poder comenzar como debe ser.


Comprende lo que escribo y sabrás lo que soy.

jueves, 5 de marzo de 2009

Placer


Sonrisas espontáneas,
Suave lluvia sobre el rostro,
Soplos de viento en el cuerpo,
Alegría tras el éxito,
El aroma del ser amado,
Besos infinitos limitados,
Roce de pieles distintas,
Sorpresas en la monotonía,
Belleza natural,
Brillo en la oscuridad,
Estrellas vigilantes,
Luna imponente y silenciosa.

Regalo de la vida.
Gracias experiencia.
Bendita sensación.
Maldito vicio.

Placer esporádico y efímero.
No lo desearía de otra manera.